Capilla Paulina en Santa Marìa la Major

La Capilla Paulina (Cappella Paolina), también llamada Capilla Borghese (Cappella Borghese), es la capilla más grande de la nave izquierda de la Basílica de Santa María la Mayor (Santa Maria Maggiore), en el barrio de Monti. Alberga el icono de la Salus Populi Romani, que la tradición atribuye directamente a la obra del evangelista Lucas, y es una de las imágenes marianas más importantes de la capital.
En 1605, el Papa Pablo V Borghese ascendió al trono papal. En junio de ese año decidió encargar al arquitecto Flaminio Ponzio la construcción de una gran capilla cupular, situada en la nave izquierda, idéntica a la Capilla Sixtina, para albergar la imagen de la Salus Populi Romani.

Sección de la Capilla Paulina de 1713 (fotografía de la Biblioteca Hertziana)

Las obras comenzaron en 1606 y finalizaron en 1612, la capilla fue consagrada solemnemente el 27 de enero de 1613, con la colocación del icono en el altar, sin embargo las decoraciones continuaron en los años siguientes.
La capilla tiene planta de cruz griega, con la misma disposición que la Capilla Sixtina; Los muros se terminaron en 1611.

Plano de la Capilla Paulina de 1713 (fotografía de la Biblioteca Hertziana)

La decoración interior consta de grandes pilastras corintias, entre las que se abren nichos que contienen estatuas. Los capiteles de las pilastras están flanqueados por un elaborado friso de querubines, que sostienen un entablamento, sobre el que descansan las pechinas de la cúpula y las bóvedas de cañón de la capilla.

La tumba de Clemente VIII

Las paredes laterales están ocupadas por dos importantes tumbas, la del papa Clemente VIII Aldobrandini, a la derecha, y la de Pablo V Borghese, a la izquierda, encerradas en una arquitectura monumental de arco de triunfo, con la estatua de los Pontífices en el centro y, a los lados, bajorrelieves de mármol.

La tumba de Pablo V

Las esculturas fueron creadas por una serie de artistas como Valsoldo, Nicolas Cordier, Pietro Bernini, Stefano Maderno, Francesco Mochi y Cristoforo Stati.
La decoración pictórica fue confiada al Cavalier D'Arpino, que realizó las pechinas de la cúpula, con los profetas Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel, y la gran luneta sobre el altar, que representa la aparición de la Virgen y San Juan a San Gregorio Taumaturgo.

Guido Reni fue el autor principal de las figuras pictóricas de los santos colocados en los arcos, en las que también participaron Giovanni Baglione y Passignano.
En el arco derecho están representados: Santos Cirilo, Ildefonso Giovanni da Marsciano y Santas Pulqueria, Gertrudis y Cunegunda, mientras que en el luneto están la Visión de San Ildefonso y la Aparición de un ángel a San Juan Damasceno.
En el arco izquierdo, Guido Reni representó al Padre Eterno, a Santo Domingo y a San Francisco, en el luneto a Narsés victorioso sobre Totila y a Heraclio victorioso sobre Cosroes.

Ludovico Cardi, conocido como Cigoli, pintó magníficamente la cúpula con frescos de la Inmaculada Concepción entre ángeles y los doce apóstoles.
La Virgen está colocada sobre la Luna, que se caracteriza por diversos cráteres, recién descubiertos a través del telescopio, por Galileo Galilei.

El Altar Mayor fue diseñado por Girolamo Rainaldi, primero en madera de peral en 1607 y luego en mármol jaspeado y bronce dorado por el fundador Pompeo Targoni, quien lo terminó en septiembre de 1612. Se caracteriza por un par de columnas corintias que sostienen un tímpano roto, en el que se coloca un bajorrelieve, rematado por un tímpano curvo, sobre el que hay ángeles y querubines de bronce.
En el frontispicio hay un bajorrelieve, obra de Stefano Maderno, que representa al Papa Liborio recorriendo el camino de la Basílica en la nieve.

Cinco grandes ángeles de bronce sostienen el marco, decorado con festones, en cuyo interior se encierra la Salus Populi Romani.

La mesa del altar fue ofrecida en 1749 por la princesa Agnese Colonna Borghese, cuyos escudos de armas están presentes en los lados.